Columna

Rancio descollado caballero

Hay momentos en que pienso en la cantidad de fantasmas que pululan en México. Desde (los más recientes) el grupo de 43 estudiantes, siguiendo con la centena de millar del sexenio de Calderón, viajando a través de los centenares de muertas en Cd. Juárez; pasando al ir más hacia el pasado por clérigos y candidatos (El cardenal Posadas, el de Colosio que vive aún), ilusiones de elecciones fallidas, indígenas (Acteal) y universitarios (La matanza olímpica de Tlatelolco 68) hasta llegar a aquellos muertos de las luchas históricas (revolución, independencia y conquista). Muertos que regresan, que nos acechan, que aparecen en billetes, en pintas, en nombres, en actitudes y comportamientos. Quién no ha visto a alguien llorando en un árbol a lo Cortés, a un (o una) Malinche tratando de ligarse desesperadamente a la inglesa o francesa de intercambio (solo por ser extranjeras), quien no ha escuchado a un político “Peje” de tan mesiánico y sobre todo quién no ha visto a alguien actuando exactamente igual a Don Chingón. Seguir leyendo