Alfredo Loera

COLUMNA

Por Alfredo Loera

Columna

Ezra Pound: el poeta moderno

Lo moderno no es lo nuevo:

Cuando hablamos de poesía lo moderno no necesariamente es lo más reciente. Se tiene la idea de que lo moderno es lo que se encuentra situado en el tiempo lo más cercano a la época actual, pero esa es una ilusión. A veces se da el caso en que lo moderno y lo presente concurren; no obstante, en literatura no es tan común el caso. Se ha dicho, por ejemplo, que la más moderna de las novelas es El Quijote, publicada hace cuatrocientos años. La circunstancia abre el debate y lo mismo sucede con un autor como Ezra Pound. ¿Por qué es el más moderno de todos? Queda claro que no lo es por ser el más reciente, en especial si recordamos que su producción principal fue publicada a mediados del siglo pasado.

Un inglés americano:

Ezra Pound nació en Idaho, Estados Unidos, en 1885; sin embargo, alrededor de los 25 años emigró a Londres. Ahí conoció al poeta irlandés W.B. Yeats, quien según Pound era el más grande poeta vivo de lengua inglesa. En ese tiempo Yeats ya era un hombre consagrado y Pound apenas un joven que quería hacerse fama. Se dice que una ocasión, en una cena, Pound se comió una rosa para llamar la atención del irlandés. Tuvo su efecto. El norteamericano desde el principio fue centro de debate y reunión. Siempre polémico propició un nuevo diálogo dentro de la tradición inglesa. Era corresponsal de la revista Poetry, la cual se publicaba en Chicago. Enviaba ensayos políticos, económicos y literarios, así como también poemas y narraciones de nuevos talentos, que con el tiempo se volverían clásicos. Ezra Pound se convirtió en las primeras décadas del siglo XX en el más importante hombre de letras de la lengua inglesa, hecho que si lo pensamos bien resultaba una contradicción. Era la primera vez que un americano y no un inglés (un europeo) llevaba la voz cantante en cuanto a los valores de la literatura. Ezra Pound fue el padre literario de autores como T.S. Eliot, de quien leyó su Canción de amor de Alfred J. Prufrock, y de la cual comentó “es tan bueno como cualquier otra cosa que haya leído”. Gracias a él se publicó en Poetry. También es famosa la corrección que hizo a La tierra baldía del mismo Eliot, poema que se considera en muchos aspectos el inicio de la poesía contemporánea en 1922. A Pound también le debemos como promotor, editor y crítico la presencia de los célebres novelistas Ernest Hemingway (a partir de su nueva concepción de lo literario pudimos entender los relatos lacónicos del autor de El Viejo y el mar) y de James Joyce (novelista que renovó la narrativa mundial) con su obra cumbre Ulises. Ezra Pound ordenó un nuevo canon y por lo mismo una nueva manera de leer y hacer literatura. Lo hizo ridiculizando a la tradición inglesa y haciendo ver sus vicios, lo logró gracias a su capacidad de reinterpretar a los clásicos grecolatinos, pero especialmente por sus reinterpretaciones de los clásicos orientales.

Un nuevo lenguaje:

Para Pound la poesía inglesa previa a él era en exceso retórica. Los autores victorianos estaban más preocupados por rimar sus versos que por ser poéticos. Para nuestro autor lo poético no se supeditaba solamente a la palabra, sino que ésta estaba al servicio de la creación estética. Pound en primera instancia busca epifanías, instantes, de ahí su gran entendimiento con James Joyce, quien renovó el cuento moderno a través de este efecto. La musicalidad en la poesía solo era valiosa cuando daba un sentido a las palabras. De Pound tenemos la sentencia: “el adjetivo si no da vida, mata.” Él afirmaba que la poesía llena de ripios, mismos que se hacían únicamente para encontrar la rima, estaba repleta de adjetivos que mataban al poema. Lo mejor era decir las cosas lo más directamente posible. La técnica no significaba nada si no era para transmitir la experiencia de manera intacta. El trabajo del poeta no se encontraba en hacer versos sino en su capacidad de encontrar verdades. La tradición inglesa no le proporcionaba lo que buscaba, desde Shakespeare, Wordsworth, Keats, Shelley hasta Whitman. Ninguno de ellos le parecía exacto, sino más bien retóricos, llenos de palabrerías, despliegues técnicos que más bien ocultaban la experiencia poética. Yeats era el único que no lo hacía, pero el joven poeta necesitaba encontrar su propio lenguaje. Lo encontró en los poemas de la literatura de la Antigua China.

En 1915 se publica Cathay. Se trata de las traducciones realizadas por Pound a partir de los cuadernos de Ernest Fenollosa, un orientalista, quien pasó largo tiempo de su vida recopilando ideogramas y poemas chinos. La muerte le impidió a este último terminar con su tarea. La mujer de éste le llevó los cuadernos a Pound pidiéndole que terminara el trabajo de su marido. Pound aceptó y tradujo muchos de los textos chinos que tenían anotaciones de Fellonosa. Lo hizo a pesar de que no sabía casi nada de chino. No se sabe qué tanto del libro Cathay es completa invención del poeta norteamericano y qué tanto es trabajo de traducción de Fellonosa reelaborado. Sin embargo, la revolución poética surgió en ese momento. El poema narrativo, de lenguaje lacónico y directo resultó ser más expresivo que el poema abigarrado, rimado y retórico.

Los poemas de Cathay a un siglo de distancia parecen muy sencillos. ¿Quién escribiría diferente? No obstante, si lo pensamos bien, y si los comparamos con la poesía victoriana es una completa vuelta de tuerca. Hegel comentaba que la memoria más importante, más significativa es aquella que no se recuerda de un modo consciente, son los actos que hacemos sin darnos cuenta heredados de nuestros padres: la manera de vestir, el lenguaje, el modo de cocinar, el modo de escribir. Ezra Pound es tan influyente que cuando los poetas escriben muchas veces no se dan cuenta de que lo están haciendo a partir de las concepciones de él. Lo que se enseña en los talleres literarios (sea consciente o no el tallerista de ello) son los postulados de este autor norteamericano. Lo más natural hoy en día es escribir verso libre y de un modo directo, casi evitando la metáfora. Es la herencia de Cathay. Fue cuando se descubrió un nuevo lenguaje poético en la tradición de occidente.

Lament of the Frontier Guard

By the North Gate, the wind blows full of sand, Lonely from the beginning of time until now! Trees fall, the grass goes yellow with autumn. I climb the towers and towers to watch out the barbarous land: Desolate castle, the sky, the wide desert. There is no wall left to this village. Bones white with a thousand frosts, High heaps, covered with trees and grass; Who brought this to pass? Who has brought the flaming imperial anger? Who has brought the army with drums and with kettle-drums? Barbarous kings. A gracious spring, turned to blood-ravenous autumn, A turmoil of wars-men, spread over the middle kingdom, Three hundred and sixty thousand, And sorrow, sorrow like rain. Sorrow to go, and sorrow, sorrow returning, Desolate, desolate fields, And no children of warfare upon them, No longer the men for offence and defence. Ah, how shall you know the dreary sorrow at the North Gate, With Rihoku's name forgotten, And we guardsmen fed to the tigers. By Rihaku

Lamento del guardia fronterizo

Por la Puerta del Norte, el viento sopla colmado de arena ¡Solitario desde el principio del tiempo hasta ahora! Los árboles caen, la yerba palidece en otoño. Y yo escalo torre tras torre Para mirar las bárbaras tierras. Castillo desolado, el cielo, el amplio desierto. No hay muros de pie en esta villa. Blancos huesos envueltos por inverosímil escarcha Grandes escombros cubiertos por matorrales y yerba. ¿Quién hizo que esto pasara? ¿Quién ha traído el llameante odio imperial? ¿Quién ha traído al ejército con tambores y con panderos? Los reyes bárbaros. Una primavera risueña se marchita en un otoño deseoso de sangre. Una agitación de guerreros azota dividida la mitad del reino. Trescientos y sesenta mil hombres, Y dolor, dolor como lluvia, Dolor a lo lejos, dolor, dolor que regresa. Desolados, desolados páramos. Y sin niños dispuestos a sus espaldas Ya sin hombres para la defensa y ataque Ah, ¿cómo has de saber del triste dolor en la Puerta del Norte Con la fama de Rijoku olvidada Y nosotros los guardias alimento de tigres? Por Rijaku traducción de Alfredo Loera

Una épica moderna:

Ernest Hemingway comentó en algún momento que T.S. Eliot escribió los bellos poemas del siglo XX (La tierra baldía, Cuatro cuartetos), pero que Ezra Pound había escrito los grandes poemas del siglo XX (Los cantares). Pound comenzó a escribir su obra más importante cuando inició los poemas de Cathay, debido a que a partir de ese lenguaje le fue posible expresar el mundo de las Guerras Mundiales. Según el filósofo Thedor Adorno desde las atrocidades de Auschwitz ya no es posible escribir poesía. Si se toma en cuenta el proyecto de Pound, habría que decir que ya no se puede escribir poesía con el mismo lenguaje ni con la misma estructura. Pound busca el lenguaje directo y a veces el paródico. Su modernidad está en este hecho, además de que en Los cantares no se intenta reducir la experiencia poética a un solo hecho, más bien la experiencia poética está en el dialogismo de diferentes posturas, un tanto parecido a los Diálogos socráticos y a toda su tradición literaria, pasando por los escritos de Luciano de Samosata y El Quijote. La novela de Cervantes es la más moderna precisamente porque en ella no hay una única posibilidad de verdad, se encuentran la de Sancho y la de Alonso Quijano. Según autores como Ricardo Piglia esto es más sencillo de estructurarse mediante la prosa. Ezra Pound desde muy joven se dio a la tarea de escribir un poema totalizador al estilo de la Comedia de Dante, es decir quería escribir una Divina Comedia moderna. La modernidad es novelística, por lo tanto su poema también debía serlo. Los cantares está escritos con un verso prosaico y paródico y su estructura es dialógica, no hay una sola verdad, al menos no está explicita, el lector necesita encontrarla después de leer el texto. En este gran poema dialogan y se parodian todos los proyectos políticos del siglo XX, en especial el capitalismo, el comunismo, el fascismo y el nazismo. Todos ellos apuntalados, según Pound, en la Usura. Aquí un fragmento de Los cantares.

Canto XIV

Io venni in luogo d’ogni luce muto;
The stench of wet coal, politicians
. . . . . . . . . . e and. . . . . n, their wrists bound to
    their ankles,
Standing bare bum,
Faces smeared on their rumps,
    wide eye on flat buttock,
Bush hanging for beard,
    Addressing crowds through their arse-holes,
Addressing the multitudes in the ooze,
    newts, water-slugs, water-maggots,
And with them. . . . . . . r,
    a scrupulously clean table-napkin
Tucked under his penis,
    and. . . . . . . . . . . m
Who disliked colioquial language,
stiff-starched, but soiled, collars
    circumscribing his legs,
The pimply and hairy skin
    pushing over the collar’s edge,
Profiteers drinking blood sweetened with sh-t,
And behind them. . . . . . f and the financiers
    lashing them with steel wires.

And the betrayers of language
    . . . . . . n and the press gang
And those who had lied for hire;
the perverts, the perverters of language,
    the perverts, who have set money-lust
Before the pleasures of the senses;

howling, as of a hen-yard in a printing-house,
    the clatter of presses,
the blowing of dry dust and stray paper,
fretor, sweat, the stench of stale oranges,
dung, last cess-pool of the universe,
mysterium, acid of sulphur,
the pusillanimous, raging;
plunging jewels in mud,
    and howling to find them unstained;
sadic mothers driving their daughters to bed with decrepitude,
sows eating their litters,
and here the placard ΕΙΚΩΝ ΓΗΣ,
    and here: THE PERSONNEL CHANGES,

melting like dirty wax,
    decayed candles, the bums sinking lower,
faces submerged under hams,
And in the ooze under them,
reversed, foot-palm to foot-palm,
    hand-palm to hand-palm, the agents provocateurs
The murderers of Pearse and MacDonagh,
    Captain H. the chief torturer;
The petrified turd that was Verres,
    bigots, Calvin and St. Clement of Alexandria!
black-beetles, burrowing into the sh-t,
This process results in decreased lathering, deposits on metallic surfaces, dry or itchy skin, dysfunctional appliances, rough and tangled hair, congested pipes, and much more. viagra in uk Nevertheless, it is very important to understand the formulated ingredients and their respective http://www.devensec.com/meetings/Final_ROD_Salad_Bowl_Farm_8-7-15_signed.pdf cheap levitra function to treat erectile dysfunction. You do not  levitra consultation have to wait for them to achieve erections despite the effects of ED. In the case of female infertility, since the causes are many and varied, ranging from stress, depression  generic india levitra and relationship concerns to physical health conditions such as diabetes, hypertension and heart disease. The soil a decrepitude, the ooze full of morsels,
lost contours, erosions.

    Above the hell-rot
the great arse-hole,
    broken with piles,
hanging stalactites,
    greasy as sky over Westminster,
the invisible, many English,
    the place lacking in interest,
last squalor, utter decrepitude,
the vice-crusaders, fahrting through silk,
    waving the Christian symbols,
. . . . . . . . frigging a tin penny whistle,
Flies carrying news, harpies dripping sh-t through the air.

The slough of unamiable liars,
    bog of stupidities,
malevolent stupidities, and stupidities,
the soil living pus, full of vermin,
dead maggots begetting live maggots,
    slum owners,
usurers squeezing crab-lice, pandars to authori
pets-de-loup, sitting on piles of stone books,
obscuring the texts with philology,
    hiding them under their persons,
the air without refuge of silence,
    the drift of lice, teething,
and above it the mouthing of orators,
    the arse-belching of preachers.
    And Invidia,
the corruptio, fretor, fungus,
liquid animals, melted ossifications,
slow rot, fretid combustion,
    chewed cigar-butts, without dignity, without tragedy
. . . . .m Episcopus, waving a condom full of black-beetles,
monopolists, obstructors of knowledge.
    obstructors of distribution.

Cantar XIV

Llegué a un lugar a todas luces mudo...
(lo venni in luogo d’ogi luce muto)
Huele a carbón mojado: políticos ... E, y ... N, que se ata las muñecas a las
piernas,
Con el culo al aire,
Con máscaras pintadas en la grupa,
y ojo avizor sobre fondillo plano,
Con un colgante matorral por barba,
Hablando a multitudes con su ano,
Hablando a multitudes en el fango,
son cresas y babosas, acuáticos gusanos,
y con ellos ...R,
escrupulosamente limpia servilleta
Colgada debajo de su pene,
y también ...M
Al cual no le gusta hablar coloquialmente,
Emperifollados pero sucios, con cuellos
rodeando sus piernas,
La piel peluda y, llena de espinillas
saliéndose del cuello,
Aprovechados bebiendo sangre endulzada con mierda,
Y tras ellos ...F, el que da a los financieros
latigazos de hierro.
Y los traidores del idioma,
... N con la banda de la prensa,
Todos aquellos que mienten por provecho,
pervertidos, pervertidores del lenguaje
y aquellos pervertidos que anteponen el dinero
A los placeres de la carne.
... chillidos, como de gallinas en una imprenta,
el traqueteo de las prensas,
Volar de polvo seco y de papel rasgado,
hedor, sudor, peste a naranja vieja,
bosta, último pozo negro de todo el Universo,
un misterioso ácido de, azufre,
los pusilánimes gruñendo,
lanzando joyas en el fango,
y aullando al encontrarlas impolutas,
sádicas madres obligan a sus hijas a follar con viejos,
puercas comiéndose su vientre,
y aquí una placa indica: Imagen de la tierra
y allí: Cambio de personal.
Derritiéndose como cera sucia,
velas podridas, culos en poltrona,
caras hundidas en jamones,
y en el fangal debajo de ellas,
todo al revés: van planta contra planta
y palma contra palma, los agentes provocadores,
los asesinos de patriotas,
y ... H, el gran torturador,
y los fanáticos: Calvino y San Clemente,
represores, usureros del espíritu, escarabajos negros
enterrándose en su propia mierda,
La tierra decrepita y el limo mordido,
erosión y límites perdidos.
Por encima del hedor del infierno
el gran agujero del culo,
reventado de almorranas,
estalactitas pendientes,
grasientas como el aire sobre Westminster,
los invisibles, numerosos ingleses,
en un lugar carente de interés,
última escualidez, decrepitud completa,
los cruzados del vicio, cagándose en la seda,
mientras tiemblan los símbolos cristianos,
fregando con un pito de lata de a penique,
Las moscas trayendo novedades, harpías contagiando mierda.
El fangal de no amables mentirosos,
atascadero de estupideces,
malévolas estupideces, y más estupideces,
el suelo de pus viva, lleno de gusanos,
cresas muertas engendrando cresas vivas,
dueños de los suburbios,
usureros que exprimen ladillas, alcahuetes del estado,
pets-de-loup, sentados sobre pilas de libros de piedra,
oscureciendo los textos con la filología,
ocultándolos tras sus personas,
el aire sin refugio del silencio,
guarida de piojos, en dentición,
y sobre todo la falsa oratoria,
eructos por el culo de predicadores.
Y Envidia,
el corruptio, foetor, fungus,
animales líquidos, osificaciones derretidas,
lenta podredumbre, fétida combustión,
colillas de cigarros masticadas, sin dignidad, sin drama,
... M Episcopus, tiembla un condón lleno de escarabajos negros,
monopolizadores, obstructores del conocimiento,
obstructores de la distribución.

traducción de INTERCOACH, República Dominicana

Ezra Pound por estas búsquedas ha sido el más moderno y más influyente de todos los contemporáneos. Y sin embargo, debido a su cercanía con Mussolini, como político se le considera un reaccionario. Pero esa es otra historia.

Alfredo Loera

Alfredo Loera

Alfredo Loera (Torreón, 1983) es Maestro en Literatura Mexicana por la Universidad Veracruzana. Inició sus estudios de literatura en la Escuela de Escritores de La Laguna. De 2009 a 2011 fue becario de la Fundación para las Letras Mexicanas. Publicaciones suyas han aparecido en revistas como Casa del tiempo, Círculo de poesía, Fundación, Pliego 16, Ad Libitum, Este país, Siglo Nuevo. Sus libros son Aquella luz púrpura, (2010, 2017, 2023); Wish you were here, (2019, 2023); Guerra de intervención (2022), disponibles en Amazon como ebook o libro impreso.