Columna

El simple ordenamiento de las frases

Saludo al caudaloso
que me pide hable de él.

Angelus (frente a Blackwell Island, N. Y.)
Jaime Augusto Shelley

Cada quien tiene el maestro que se merece. Nosotros, los que integramos esta revista –por si no lo habían notado, por si sólo se han reído a carcajadas, o por si sólo se han dejado conmover con lo que hasta ahora hemos escrito-, tuvimos a Jaime Augusto Shelley.

Este dato, que no siempre incluimos en nuestras biografías literarias, ya debería habernos ganado un lugar entre la jerarquía de los santos, mártires y serafines.

No lo digo porque nuestra sangre de repente se haya pintado de azul, sino porque más bien somos sobrevivientes. Seguir leyendo

Columna

Cometas de la calle

Se llaman Clau y Fonsi (o Fonzi, no lo sé), integran la Compañía Cometas, y son licenciados en artes escénicas y circenses. Además, pintan caritas, hacen clown, show para adultos –eso no lo sé, pero a lo mejor sí, quién sabe-. Y, por si fuera poco, se avientan la super chinga de organizar el evento mensual llamado –con mucho acierto- Let´s Gómez.

El 17 de junio cumplieron un año de ocupar la calle con conciertos, venta de artesanías, comida, agua, refrescos; y de organizar exposiciones de artistas visuales, de cantantes, show de payasos, bailes folclóricos, incluso pasarelas de modelaje.

Hay que pensar el Let’s Gómez como un evento que forma parte de una tradición cultural gomezpalatina, o sea “la cultura de la calle”. Seguir leyendo

Columna

La lectura como un acto libertador

Más de una ocasión he escuchado que la lectura libera, que da a los lectores una posibilidad de mundo más amplia o que incluso puede asistir en los quehaceres de la vida. Llevo ya algún tiempo leyendo libros y revisando cómo la lectura de esos libros ha cambiado mi espectro de pensamiento. Me he preguntado si en verdad en mi experiencia personal ha ocurrido una mejora a causa de este hábito (como se dice tantas veces en la promoción del mismo). También, he observado (casi que espiado) a otras personas que son lectores y que sin duda han leído mucho más que yo. Los escucho, me relaciono con ellos y del mismo modo me he preguntado qué tanto dichas personas son más libres que alguien que no lee. Seguir leyendo

Columna

Una noche de notas una noche loca.

Estos eran dos amigos que llegaron a una casa buscando a un tercero. Lo encuentran muerto –probablemente por suicidio-, y nada más porque se les hinchan los huevos se ponen a buscar la nota suicida.

Esta invasión a la privacidad de los cajones del muertito se vuelve para los dos amigos –A y B-, una odisea, unas vacaciones en el estómago de una ballena, una temporada de cuarenta días en el desierto, un viaje hacia la India, etc., donde se pondrán a prueba las nociones de amistad y de vida, dando como resultado que ambas cosas no sirven para nada.

De esto trata Nota sin título de Carlos Portillo, dirigida por Ricardo Bugarín de la compañía Gula Teatro. De eso y nada más.

Voy a dejar de lado al texto -porque no me interesó-, para concentrarme en la propuesta escénica, y principalmente en Bugarín pensado como director. Seguir leyendo