Uno
El erotismo es todo aquello que antecede al acto de coger. En efecto, no recurrí al diccionario, ni a la tradición literaria para armar esta definición. Aun así, no creo estar equivocado. La realidad que observo en mi entorno, me dice a gritos que no es lo mismo el ‹‹¡mira nada más todo esto me voy a dar!›› al ‹‹¡ya me lo di!››.
En la primera frase, véase cuántas palabras la componen, dese cuenta de que los signos de admiración son imprescindibles, y que de ella podemos encontrar símiles que también se refieren al instante previo.
‹‹¡Si como lo mueve lo bate, qué rico chocolate!››, ‹‹¡No muevas tanto la cuna que me despiertas al niño!››, y el clásico cumbianchero ‹‹¡no provoques mi pichichi!›› -el cual, por cierto, es la respuesta al otro clásico de la cumbia ‹‹¡don’t mess with my cucu!››.
Tradicionales expresiones, cursis, que indican que alguien nos atrae tanto que lo queremos manosear, como mínimo.
‹‹¡Como la traigas; como te huela!››, es un símil contemporáneo, y uno de mis favoritos por lo dúctil del referente. O sea que un hombre se lo puede decir a una mujer, una mujer a otra mujer, una mujer a un hombre, tú mismo a ti mismo, frente al espejo para darte ánimos. Seguir leyendo