Columna

Babel

(PRIMERA PARTE)

Amplitud

El concepto de arte es tan amplio que abarca casi cualquier cosa. Engloba toda suerte de actividades humanas que en principio son expresiones folklóricas de una sociedad concreta. Por ejemplo, el canto cardenche de Sapioríz, Dgo., y el grafitti, manifestaciones de grupos particulares claramente distinguibles dentro de la sociedad.

Este proceso en el que por convención aceptamos que el folklor se nombre arte, se aplica a toda actividad humana porque, en lo general, el concepto de arte no contiene elementos discriminadores que sirvan de filtro y determinen cuál es el verdadero campo de desarrollo de esa actividad.

La celebración de fiestas, el rito religioso, el juego, la convivencia entre vecinos, el luto, los paseos dominicales, la educación y formación de los grupos sociales, son o deberían ser, estrictamente hablando, objetos formales y materiales de la psicología, la sociología, economía, antropología, etcétera.

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Columna

La ciudad repetida

Cuando uno ha vivido durante mucho tiempo en una ciudad, tiene en ella misma, varias ciudades. Son otras las calles, otros los lugares, otras las plazas, los que uno ve hoy a las que vio hace unos años. Con el tiempo se tiene pues la posibilidad de vivir en varias ciudades.

Algunas ciudades cambian constantemente y algunas sólo envejecen. Como sea, la ciudad cambia o envejece con nosotros, nos aparecen líneas en el rostro, como avenidas nuevas, donde no había, nos aparecen blancuras en los cabellos como a las bancas de las plazas.

Por ejemplo la calle que pasa por enfrente del hogar, amplia, limitada de hogares que cambian de fachada rindiendo un tributo a la apreciada tranquilidad, es tan plana que se le ve al final de su cuerpo un horizonte de árboles, como si se le hubieran estirado los pies y sus dedos terminaran en sombra verde.

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Columna

Advertencia al cinéfilo

Me preparo para en un futuro hacer comentario a ciertas películas. Antes de hacerlo he querido advertir al lector, antes de padecer posibles infamias de él o críticas demasiado fuertes.

No soy un cinéfilo común, ¿qué cinéfilo podría serlo? Es decir, que si usted querido cinéfilo, considera películas esenciales que nadie debe perderse o “dejar de ver” y hay una lista de las buenas conciencias y el buen gusto, yo, querido cinéfilo, no la sigo ni la persigo.

La democracia informática del internet y el múltiple acceso a la creación fílmica de todo el mundo y de toda época imprime un aire de insuficiencia para cualquiera que se acerca al cine de manera incauta. Ningún crítico de cine posee toda la verdad. Ningún cinéfilo accede a la universalidad.

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Columna

Las costumbres de nuestro teatro

Nosotros como personajes

El que cree que el actor de musicales es más completo porque canta, baila y actúa a la vez; el actor que sólo lee lo que van a representar; el director que ve en cada uno de sus montajes el acontecimiento histórico; el dramaturgo que de un jalón escribe un drama cómico-sarcástico-satírico-trágico-poético; el que hace teatro por primera vez; el que se prepara; el director que trabaja en una escuela y tiene un sueldo medianamente asegurado; el romántico que publica en las redes sociales “memes” ridículamente cursis.

El que hace escuela y el que genera súbditos, adeptos, fanáticos. El público que sobrevalora las obras que vienen de fuera y paga mucho por su entrada; el que asiste a nuestras presentaciones sólo si le regalamos el boleto. El familiar encantado; el que siempre felicita aunque no nos haya comprendido. El público que todo lo disculpa y cuando no, solamente deja de vernos. Todos estos y otros más son los caracteres que manipulan el objeto llamado teatro.

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Columna

La tectónica de las nubes

(Teatro Nazas. 25 de febrero de 2014)

De las expectativas

Luego que entregó el proyecto 7 pecados a la comarca lagunera, Otto Minera monta La tectónica de las nubes de José Rivera, con actores locales, quizá en un esfuerzo por continuar con su aportación a nuestra escena. Las expectativas han sido mesuradas. Nos mantuvimos en una espera parecida a la que ocurre cuando el maestro, de cualquier arte, se dispone a ejercer toda su creatividad. Además, la obra es autoría de un discípulo de García Márquez, promotor del realismo mágico y guionista de Diarios de motocicleta, On the road y Cartas a Julieta, según se nos informa en el programa de mano.

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Columna

Sobre las acciones poéticas (parte II)

Seguramente muchos de los lectores habrán leído algunas de las frases sorpresivas sobre bardas, puertas, comercios o anuncios.

Acción poética es un movimiento que ha alcanzado dimensiones multinacionales y hasta donde entiendo, hay un dirigente o líder de acción poética en cada ciudad, al menos, las más importantes.

Acerca de la historia del movimiento carezco de información y no es la intención de esta columna. Lo que queremos hacer ahora es una valoración, una apreciación del movimiento social o activismo artístico que intenta ser Acción Poética.

Es muy loable, en primera instancia, un movimiento social, seguramente juvenil, porque indica una vena atenta de la sociedad que promueve un buen gesto, buena vibra y el aprovechamiento de espacios para una salida creativa a los abundantes señalamientos de tránsito, y permite a los ciudadanos de a pie un respiro de los atiborrantes anuncios comerciales.

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Conmemorantes

(Teatro de cámara Jorge Méndez 25 de enero 2014)

Permanencia del dolor

El teatro de cámara —que reduce al mínimo el número de personajes y de espectadores para fijar la acción en un pequeño universo—, en ocasiones se permite experimentar con la lamentación, como en Conmemorantes, adaptación a un texto de Emilio Carballido, con Judith Abadié Ávalos y Carlos Amador.

La obra presenta dos personajes que padecen su propio limbo: un hijo secuestrado y muerto tiempo atrás, y la madre, quien lo busca desde que le fue arrebatado. Ambos son fantasmas lastimeros en pena que, cuando por fin se encuentran, producen la acción dramática: el hijo da razón de su tortura y su muerte, y en un acto de valentía, pide a su madre que lo olvide para que ambos puedan descansar (“¡Vive por los dos! ¡Aquí va un beso!”). Pero ella se aferra al recuerdo de su hijo y permanece en el dolor que ha sentido desde su desaparición.

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Colorear fuera de la línea

El color iba bien, todo se deslizaba sobre el papel como si por fin fuéramos a lograrlo y, sin saber cómo, la mano, el papel, algo fallaba y el color invadía el espacio fuera del contorno. Y era inevitable el desconsuelo al saber que ese día no habría estrellita de perfección junto a la abejita trabajadora… Y al paso de los años uno crece, y se olvida de que eso alguna vez tuvo importancia, pero sigue existiendo un cierto desconsuelo cada vez que uno se sale de algún margen, así sean los menos pensados. Porque uno se va construyendo contornos, los adopta a largo de las experiencias vitales. Seguir leyendo

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Sobre las acciones poéticas (parte I)

La primera acción poética es vivir poéticamente.

Aunque Heidegger lo explore en el verso de Hölderlin: “es poéticamente como el hombre habita esta tierra”, realmente él se refiere a otra cosa de lo que aquí se pretende. El hombre vive poéticamente, actúa en su vida como ante algo nuevo, imprime nuevas formas sobre la naturaleza. El hombre es un ser complejo, abocado a nuevas maneras de ser hombre, si lo redujéramos a una praxis no creativa estaríamos parcializando lo humano, olvidándonos de lo esencial.

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La historia del zoológico

(Teatro de cámara Jorge Méndez, 6 de diciembre 2013)

Acto único

Pasa algo curioso con La historia del zoológico, la obra más popular y fascinante de Edward Albee: es de gran calidad, equilibrada en forma y contenido, casi poética, nos sirve como objeto de estudio y parámetro para medir nuestra creación, y sin embargo, nos resulta difícil llevarla a escena, probablemente porque sentimos que no dirá mucho a la sociedad contemporánea. Aún más, que nosotros, como entidades teatrales, “no podemos hacerla todavía”.

Sucede lo mismo con Esperando a Godot, de Beckett, Háblame como la lluvia y déjame escuchar y El caso de las petunias pisoteadas, de Williams, De la calle, de González Dávila, Rosa de dos aromas de Carballido, entre otras que años atrás se produjeron revestidas de importancia y que, al no ser retomadas u olvidadas, pareciera que Seguir leyendo