Los actores culturales y la crítica
A diferencia de la crítica filosófica, respecto de la crítica cultural no puedo hacer una revisión histórica como lo hice con aquélla, dado que no me considero con la preparación adecuada. Lo que puedo hacer –y ese es el fin de ésta segunda parte – es tratar de mostrar su posible desvirtuación, por ciertos factores, añadidos los de la posmodernidad acrítica analizados en la primera parte.
El tema crisis de la cultura es muy extenso y tiene raíces en pensadores, fenómenos sociales e ideologías que no trataré debido a su extensión. Lo que puedo hacer es mostrar cómo la crisis de la cultura, en parte, es también una crisis de la crítica, el abuso de lo crítico en la modernidad del pensamiento y un adelgazamiento de la crítica cultural, una desorientación sobre sus fines.
Para mostrar aspectos de devaluación de la crítica cultural, que resulta ser una clave para entender la crisis de la cultura, tal vez lo mejor y lo más importante sea empezar desde el espectador, lector, el hombre, quien es el fin de toda creación y crítica, éste suele ser un olvido muy especial en el que muchas veces se cae, pues se olvida que todo acto creativo tiene la finalidad del otro.
Con la responsabilidad y culpabilidad de los actores culturales en la crisis de la cultura, hay un grupo especial que podría determinar si la cultura puede seguir siendo el subproducto de la actividad económica y mediática, o bien, si puede hacer de las actividades creativas de las personas algo significativo para las nuevas sociedades: los críticos culturales.
Y debemos preguntarnos, si queremos atender a la finalidad de la obra y la crítica, cuando una persona quiere empezar a educarse, cuando quiere saber de arte o simplemente quiere leer un buen libro ¿a quién acude? El público neófito en la materia pide entonces la recomendación de alguien cercano, y ahí todavía no podemos observar juiciosamente a nadie por dar una recomendación personal.
Pero las más de las veces está sujeto (o sujetado) al ambiente cultural, y aquí es donde todos los actores de la cultura entran en juego: la educación sistemática del Estado y las instituciones culturales, las universidades, el crítico académico o independiente, la industria editorial, los museos, las asociaciones civiles, los medios de comunicación masivos, el internet, el cine, el sector empresarial, y muchos otros. Seguir leyendo →